Es el remate más lógico de una serie de verónicas, y el más frecuentemente utilizado. Se inicia exactamente igual que la verónica pero termina a la mitad de ésta, para lo cual el diestro desplegará el capote sobre su costado y a la cadera sin dar salida al toro para dejarlo parado, clavado en la arena. La media verónica supone técnicamente el primer acto de sometimiento del toro. Verónica y media verónica se pueden ejecutar de rodillas.
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